Espacio anónimo
El espacio tiene una significación que dota a los sujetos de diferentes elementos, sensaciones, percepciones y construcción de identidad, ya sea el espacio urbano, el espacio de una vivienda, el espacio funcional de fábricas, centros de trabajo o comercios; incluso los espacios de transición y para la comunicación. Sin embargo, existen conductas o necesidades que deben satisfacerse en el terreno privado. Para ello, se destinan algunos tipos de espacios, que pueden ser:
En el caso de la religión católica, se trata de espacios donde se realizan actividades como la confesión ante Dios (el confesor no puede ver a las personas y tiene el compromiso profesional de guardar su secreto) y el almacenaje de las hostias sagradas (uno de los dogmas más importantes).
Culturalmente el pudor es una característica deseable en actividades como vestirse y desvestirse. De ese modo, existen espacios como los vestidores de hombres y mujeres.
Los bancos cuentan con servicios fuera de la vista del público, atención personalizada en ventanillas y cajeros automáticos a los que el usuario puede acceder si cuenta con una tarjeta y claves que sólo él conoce. De ese modo, en la actividad de manejar dinero, se trata de ocultar las transacciones por la seguridad de las personas.
Una sala de exploración es un buen ejemplo de espacio anónimo ético, ya que el paciente no quiere que se divulgue la actividad que se realiza en ella. Existen muchas otras actividades que tienen que ver con la ética como el engaño, la mentira, el fraude o la usura, que son difíciles de ejemplificar porque siempre se tratan de disimular.
Espacio interno y externo
El diseño ambiental consiste en la solución simultánea de problemas característicos para el espacio interno (arquitectónico) y el espacio externo (urbanístico), donde el primer espacio está asociado con la forma positiva y el segundo con la negativa. Esa es la esencia del sistema tridimensional de diseño arquitectónico: es un proceso paralelo en lo que se refiere a la acción del proyectista. En el encuentro de estos dos espacios aparece una tensión dinámica que indica que el edificio diseñado no termina exactamente donde está marcado el límite de su contorno.
Ambos ambientes (interno y externo) se difieren entre sí en un aspecto importante. En cuanto al espacio interno: en un principio está creado como resultado de meditadas y planeadas actividades del diseño del hombre (independientemente si es una choza de bambú o un moderno rascacielos de high-tech), y hasta después en el uso real queda sometido a una variedad de acciones caóticas, desorganizadas y no planificados, mientras tanto en el ambiente externo el sentido siempre es inverso: el hombre entra en un terreno ya existente, configurado por las fuerzas de la naturaleza, y en este orden natural trata de encontrar algunos principios de composición o introducir nuevos, de acuerdo con las expectativas de la gente, con los obligatorios preceptos estéticos o dictados de función o moda.
Sigfried Giedion en una de sus obras presenta la teoría sobre el tema, dónde se pueden distinguir tres concepciones principales del espacio:
- La primera concepción menciona la ventaja del espacio externo frente al interno y se caracteriza por la contemplación del objeto arquitectónico desde el exterior, prestando su interés principalmente a la fachada y reduciendo la utilización y significado de los interiores; este tipo de espacio predomina dentro de las culturas de la Antigüedad, desde la prehistoria hasta los tiempos de la Grecia antigua.
- La segunda concepción se apoya en la tradición opuesta del modo de uso del espacio, por medio de poner un énfasis en su funcionalismo, con un cambio evidente en costumbres de prestar más atención al diseño del espacio interno; esta etapa cubre el periodo desde los tiempos de la Roma hasta el siglo XIX.
- La tercera concepción da respuesta a la transformación tecnológica por medio de los cambios que se manifiestan en la arquitectura del siglo XX; trata de comprender ambos géneros del espacio, tanto externo como interno y se caracteriza por un interés en las relaciones mútuas, incluyendo zonas de penetración entre el uno y otro.
Otras clasificaciones del espacio
Está marcado por estructuras inamovibles, como las barreras de los países.
Espacio alrededor del cuerpo. Varía en función de las culturas, ya que cada cultura estructura su espacio físico. Este espacio puede ser invadido. Si se utiliza un territorio ajeno con falta de respeto (mirar fijamente a alguien u ocupar dos asientos con bolsas cuando hay gente de pie se da una violación del terreno.)